SOL 108 Película de protección solar del 79%

Protección solar 79%, plata metálica - 10 años de garantía en exterior
Lámina de protección térmica SOL 108 con un 79% de protección solar para su instalación en exteriores. La película de protección solar SOL 108 está diseñada para ser aplicada a los cristales para reducir el calor y el deslumbramiento del sol. La mejora del confort en las habitaciones iluminadas por el sol es espectacular. Es un factor real que mejora el confort y ahorra energía relacionada con el uso del aire acondicionado.
SOL 108 es la primera película con una garantía de 10 años en exteriores. 

Composición de las láminas de protección contra el calor:
Las láminas adhesivas de protección solar están compuestas por 2 capas de poliéster metalizado al vacío, un adhesivo y una lámina protectora que se retira durante la instalación. Son resistentes a los arañazos.

Control solar
Para evitar el sobrecalentamiento, se puede: asegurar una buena circulación del aire, utilizar láminas con transmisión de energía limitada, llamadas "láminas anticalor", que sólo dejan pasar una cierta fracción de la energía del sol, conservando así la luz y limitando el sobrecalentamiento, ahorrar la energía ligada al uso de los acondicionadores de aire, ganar hasta 10°C de temperatura, mejorar el confort, reducir el deslumbramiento.

Factor solar
El factor solar (G) de un vidrio es la relación entre la energía total que entra en una habitación a través del vidrio y la energía solar incidente. Esta energía total es la suma de la energía solar que entra por transmisión directa y la energía cedida por los cristales al ambiente interior como consecuencia de su calentamiento por absorción de energía. 

>Efecto invernadero
La energía solar que entra en una habitación a través de un cristal es absorbida por los objetos y las paredes del interior, que, al calentarse, vuelven a emitir radiación térmica principalmente en el rango del infrarrojo lejano (por encima de 5 μm). El vidrio, incluso el transparente, es prácticamente opaco a la radiación de una longitud de onda superior a 5μm. La energía solar que entra por el cristal queda entonces atrapada en la habitación, que tiende a calentarse: es el "efecto invernadero" que puede sentirse, por ejemplo, en un coche aparcado a pleno sol con las ventanas cerradas.